La consolidación del golpe de estado con el gobierno autoritario de Juan Orlando Hernández, después de las fraudulentas elecciones, trae consigo la consolidación de la administración autoritaria de Marlon Escoto en la Secretaria de Educación.
Todas las medidas impuestas en Educación, han pasado con reclamos entre dientes, musitados desde las dispersas bases magisteriales y estudiantiles.
La nueva sorpresa fueron los resultados de los exámenes de concurso para optar a una plaza dentro del magisterio.
Sonando soñadores; porque aprobar el examen nunca ha garantizado una opción laboral, ni tomando en cuenta que desde octubre del 2012 estuvo suspendido el otorgamiento de plazas permanentes y que por tanto el año pasado no hubo concurso.
En el presente año, esto se tornó peor, y como una medida de respiro, a la falta de oportunidades, el examen garantizó que pasaran “los que tenían que pasar”; unos 30,000 docentes nos disputamos 1,418 plazas en prebásica y básica y 93,000 horas clases para secundaria (en realidad si tomamos en cuenta que la jornada plena es de 36 horas, en media sólo había un equivalente a 2,500 plazas dispersas), pero menos de un diez por ciento aprobaron el examen según los listados publicados en algunas departamentales y el propio testimonio de los concursantes.
¿Será por eso que el Ministerio de Educación no ha publicado los listados oficiales a nivel nacional?
Mientras miles de concursantes nos preguntamos por qué no aprobamos un examen tan sencillo.
Aparte del alto número de “reprobación” la revisión personal de exámenes es otro chiste, pues, cada concursante veía su examen y escuchaba a otro dictarle “las respuestas correctas”.
Y la medida vuelve a pasar con reclamos entre dientes desde la dispersión de las bases.
Todo esto a los ojos de la dirigencia magisterial que ahora integra nuevamente las juntas de selección.
La pregunta sería: los resultados reflejan: una educación para el estudiante en Normales y Universidades donde se forman docentes que no sirven para nada; o tal vez un examen hecho para librarse de responsabilidades el Gobierno al no generar oportunidades para los nuevos docentes; o quizás una combinación de ambas.
Como estudiantes de la UPNFM, es un tema de total incumbencia, ya que seguimos preocupados por estudiar para el desempleo, o quizás solo para tener una palabra bonita que anteceda a nuestro nombre: Licenciado. En los Concursos, los recién graduados llevamos las de perder, no se nos ha preparado para hacerle frente al examen, no tenemos la experiencia en los mismos, y tampoco tenemos presencia ni como egresados ni como Universidad Pedagógica en la Juntas de Selección.
Es necesaria la reorganización del movimiento estudiantil con propuestas de lucha ante todas las medidas impuestas, tanto por la UPNFM como por la Secretaria de Educación, así como propuestas de solución a las mismas.
Organización o liquidación total del gremio magisterial y de la participación estudiantil.
Exigimos educación de calidad real, participación estudiantil, exámenes no excluyentes ni amañados.
¡Organicémonos, luchemos y venceremos!