La Mochila 9 - 13 noviembre 2014

upnLa necesidad de un sistema educativo de calidad al servicio de los hondureños explotados, se encuentra cada vez más lejos como queda reflejado en las últimas peleas entre la secretaria de educación y las autoridades de la pedagógica.

Del ministerio de educación solo se puede esperar una profundización del modelo privatizador y desmantelamiento de la educación pública, gratuita y laica pero de la pedagógica para los que todavía estaban escépticos de que rol juega en la educación, pues es terrible si pensamos en un partido uno golea al equipo contrario no al propio, como hacen las autoridades de la pedagógico con sus estudiantes, como ocurre con el cierre de la sub-cede de Brus Laguna y Puerto Lempira que cuenta con más de 400 alumnos en cuatro carreras, el único centro superior en uno de los departamento más olvidado de Honduras, o al negociar sus intereses, por las normales en el marco de la ley fundamental de educación, la cual al igual que el magisterio denunciamos por poner en bandeja de plata la educación pública a la empresa privada y precariza los derechos laborales que nos hemos ganado al calor de la lucha social.

Algunos dirán todavía que la pedagógica busca llevar toda una práctica pedagógica científica (que no posee) a las normales para mejorar el sistema educativos pues no, sus objetivos son otros; las normales por las cuales pelea tanto tienen un valor muy especial; una infraestructura con un valor mayor a los seis mil millones de lempiras, y un espacio en el cual podrán desarrollar plenamente muchos de sus jugosos programas como el de formación continua que ha desarrollado carreras sin salida laboral según la secretaria de educación, por el cual pagan los estudiantes.

Ante estos y otros elementos es necesario la organización estudiantil en defensa de la educación para luchar por todo lo que ocurre y no llamarnos al silencio y a la inmovilidad como tristemente hacen las autoridades que tras el recorte de presupuesto de 525 millones en 2014 a 426 en 2015, prácticamente no han hecho nada.

De pedagogía y educación

Ante el estruendo ensordecedor que hace vibrar los cimientos de la educación pública y las concepciones que poco a poco se van deteriorando, es necesario hacer una valoración del modelo educativo, más allá de las reformas, sino más bien como la totalidad pedagógica del proceso.

Los modelos educativos siempre han respondido a los modelos económicos, y la actualidad no es la excepción. Ante la necesidad de mano de obra capacitada para operar con tecnologías de vanguardia, es necesario introducir esta tecnología a la educación, ante la globalización se vuelve necesario la enseñanza de lenguas múltiples, por citar algunos ejemplos.

El nuevo modelo que se empieza a implementar en Honduras, y que recorre a pasos más desiguales la América Latina, responde a necesidades económicas como las arriba mencionadas. Pero el problema en esencia no es la relación de la educación con el trabajo productivo; el inconveniente es que el modelo económico que rige el mundo fuerza la educación como conocimiento científico vaciándola del significado real, para convertirla en una herramienta generadora de dinero.

El granito de arena del docente

De manera consiente o inconsciente, el docente reproduce el modelo económico en el aula, que cada vez está menos disfrazado; por ejemplo, el modelo educativo Hondureño se basa en las competencias (al mejor estilo de la ideología neoliberal), pero no toma en cuenta la diversidad, y que en esta diversidad de capacidades la competencia no es válida.

Por otra parte, de la forma más ingenua, se continúa midiendo el aprendizaje, siendo esta medida sumamente subjetiva, pues la medición del aprendizaje no se puede representar en números porcentuales.

Así también, las aulas de clase, son el espacio, donde el docente -- algo muy semejante a un dictador -- dice que se hace y que no se hace, diserta sobre las verdades y llena de conocimiento a los alumnos. Este tipo de práctica bancaria, como la llamó Paulo Freire, encaja perfectamente con el modelo Político económico, que no necesita gente pensante ni creadora. Esta práctica minimiza al individuo al papel de objetos pasivos, coartando toda posibilidad de desarrollo humano y creador, convirtiéndolo en una máquina que sigue órdenes y repite.

Señalamos el papel totalmente deshumanizador de esta pedagogía, ya que el ser humano posee una capacidad de desarrollo y creación que es impulsada en la interacción de los individuos, y la relación de estos con su ambiente. En la medida que estas capacidades no son desarrolladas, es imposible que el individuo pueda tener un desarrollo pleno en función del desarrollo común.

Es por esto que se vuelve necesaria la ruptura definitiva con el modelo educativo tradicional, labor que se debe llevar a cabo cambiando todos los paradigmas educativos, y las concepciones sociales actuales. Es por esto que denunciamos abiertamente la tergiversación de la pedagogía y la educación por todas las instituciones en todos los niveles del sistema educativo hondureño y hacemos un llamado a los docentes y futuros docentes, alumnos y padres de familia a fomentar el debate sobre este tema para replantear el modelo que rige el sistema educativo nacional.

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